Consiste en una pared, hecha totalmente de material grueso antiadherente, que se coloca entre la pieza que se va a pintar y la cabina de aspiración.
Permite recuperar alrededor del 90% del overspray, es decir, la pintura que normalmente se pierde porque no se adhiere a la pieza pintada.
La pared se mantiene constantemente humedecida mediante boquillas con aberturas regulables, de modo que se mantiene en todo momento la viscosidad correcta de la pintura. La pintura que se adhiere a la pared puede, al final del ciclo de procesamiento, recogerse fácilmente con una rasqueta, filtrarse, mezclarse con pintura nueva y reutilizarse por completo, manteniendo las mismas características químicas que el producto inicial.
Esto permite reducir en un 45% los costes de pintura y en un 90% los de filtros de cabina.
Puede suministrarse con aspiración integrada y deslizarse sobre guías, de forma que se aleja del operario y permite la rotación de la barra transportadora de los productos, en caso de utilización en un sistema de pintura automático. Sólo es compatible con pinturas al agua monocomponentes.